miércoles, 28 de marzo de 2012

LA SOCIEDAD SEGÚN SCHOPENHAUER

- "El hombre es en el fondo un animal terrible y cruel. Lo conocemos como ha sido domesticado y educado por lo que conocemos como civilización."
En esta cita se nos plantea el problema de la educación desde un punto de vista opuesto al convencional. "¿Es la educación una forma de represión del animal que vive en la naturaleza del ser humano?" Podría ser la pregunta que se plantea esta cita, sobretodo por el carácter peyorativo que se le da al término "domesticado", pues, aunque en este caso el autor lo atribuye a la raza humana, suele ser propio de los animales. Schopenhauer dice que la civilización (recordemos que este término es contrario al de "barbarie") reprime al hombre, y a su verdadera naturaleza, que es puramente animal. Pero Schopenhauer no se limita a identificar al hombre como animal, ya que le atribuye los adjetivos "terrible" y "cruel". Centrándonos en el término "cruel", debemos entender que este término solo es atribuible al hombre, pues da a entender una intención moral, más allá de la naturaleza animal.


- "Ah! Cuando la calidad de la sociedad pueda sustituir a la cantidad, entonces merecerá la pena vivir aunque sea en el gran mundo, pero cien necios puestos en montón no hacen un hombre de talento."
Schopenhauer realiza una crítica a la sociedad, pues, aunque sea muy abundante, este hecho no compensa la falta de talento. El problema que se nos plantea en esta cita es "¿La gran cantidad de personas en la sociedad compensan la falta de calidad?" La tesis se nos introduce planteando la sociedad como un conjunto de necios, principalmente, y expresano la falta de "hombres de calidad". Pero al hablar de esto se nos plantea otra pregunta quizá más relevante si cabe: "¿Qué es un hombre de calidad?" El autor podría definir a un hombre de calidad como un hombre viruoso, aunque, hablando desde su pesimismo, quizá sea aquél que consiga la superación del mundo y su voluntad egoísta.


- "Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos."
El autor nos plantea el problema de la convivencia, quizá en este caso no tan opuesto al convencional, pero sí con su estilo propio tan característico. El problema que se nos plantea es "¿Porqué han inventado la vida en sociedad los hombres?" Schopenhauer defiende que la soledad solo es aceptada por los intelectuales debido a su estado de incomprensión ante el mundo, ya que solo se sienten cómodos consigo mismos. De esta manera, los hombres vulgares, aquéllos que cumplen la "regla hombre" y no son excepción de ella, son los que inventaron la vida en sociedad. El hombre vulgar podría sentir una insatisfacción consigo mismo, o directamente un odio propio... por eso se agrupó en sociedad: para poder juzgar a los demás, en lugar de juzgarse a sí mismo, pues así todo es más fácil.


- "El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad."
Schopenhauer, como es habitual en él, nos niega la presencia de términos "positivos" en el hombre, afirmando que se mueve por términos más "negativos" (entendido por positivo y negativo su significado convencional). El problema que nos plantea esta cita es "¿En qué se basa el instinto social de los hombres?". En este caso, nos presenta la adaptación del hombre en la sociedad como un instinto de miedo por estar solo, y no como un amor por los distintos componentes de la sociedad (como se suele hacer creer normalmente). Según el autor, el hombre siente instintivamente miedo a sentirse solo, provocando así la necesidad que tiene de pertenecer a grupos sociales.


- "La superioridad de la inteligencia conduce a la insociabilidad."
Aquí el autor nos dice que la soledad provocada por la superioridad intelectual es debida a la falta de adaptación del hombre, ya que no encuentra otros seres con los que identificarse. "¿A qué conduce la superioridad de la inteligencia?" Es el problema que se nos plantea en esta cita. Para Schopenhauer, la mayoría de las seres de la sociedad son necios, y por esta razón los hombres superiores de inteligencia, que son escasos, son insociables, pues no encuentran a nadie con el que sentirse identificado. De esta manera, la calidad de la sociedad bajaría continuamente, dando lugar a una sociedad básicamente cuantitativa...





- "Aunque el mundo contiene muchas cosas decididamente malas, la peor de todas ellas es la sociedad."
Schopenhauer nos define la sociedad como la peor cosa del mundo. Esta impactante cita, que parecerá absurda a ojos necios, no es extraña en la filosofía schopenhauriana, pues tiene más citas del mismo estilo; tales son "El amor es el mal" o "La Tierra es el verdadero infierno". El problema de esta cita es "¿Qué es la peor cosa que contiene el mundo?" Y para entender la tesis no debemos olvidar el desprecio de Schopenhauer por el ser humano en general, a tal punto le lleva su concepción de la "voluntad". Incluso convendría mencionar otra cita del mismo autor para entender mejor lo que realmente dice: "El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales". Schopenhauer siente un gran aprecio por los animales... Por lo tanto, ¿Qué sería la sociedad para este pensador, si no un alejamiento a su naturaleza animal? Es más, ¡Desprecia su naturaleza animal! Prueba de ello es la sociedad y lo que ha producido: la destrucción de los ecosistemas animales, el mismo exterminio de los animales... Tal es el deseo del ser humano por separarse de su verdadera naturaleza.

viernes, 23 de marzo de 2012

CRÍTICA A LA TEORÍA DE LAS IDEAS

¡Nosotros, los que contemplamos el mundo con ojos objetivos, nos oponemos a la teoría de las ideas! No es más que una técnica de evasión del verdadero mundo, y lo que es más importante, es una técnica de evasión de la existencia, o mejor dicho, de la no-existencia.

Platón criticaría a los artistas por representar los objetos sensibles, aunque a nuestro parecer el propio Platón era un artista. Pero no aquel artista que intenta representar la realidad con el máximo esfuerzo posible, ése no, sino aquél que tras desilusiones de la vida no puede aceptar la injusticia de la misma y se ve obligado a hacer un arte bello, un arte hermoso, aunque para ello deba alejarse por completo del mundo real, aquel arte del falseamiento, aquel arte cuyo único objetivo es la evasión del mundo, que ha causado tanto dolor.

Analizando el origen de toda la filosofía platónica, encontramos sus inicios cuando comienza a escribir libros tras la muerte de su maestro, Sócrates. Platón sentía, no solo admiración por su maestro, lo idolatraba. Entendiendo la verdad como principio en el pensamiento platónico, ¿no sería Sócrates el máximo representante de dicho principio? ¿no vería Platón a Sócrates, como el cristiano ve la figura de su Dios? ¡Por supuesto! Pero ahora se nos interpone en nuestro camino preguntas más importantes aún: ¿Cómo pudo morir la verdad? ¿Cómo pudo vivir la mentira? ¿Cómo pudo el mundo "real" permitir tal injusticia? Las respuestas a estas preguntas, serían los prejuicios que usaría Platón a la hora de elaborar su filosofía. ¡No podía permitir que la verdad fuera asesinada por la mentira! ¡"Por Zeus", el mundo no podía ser tan injusto! ¡Su maestro no podía formar parte de la nada mientras los sofistas, con las manos manchadas de sangre, gozaban de la existencia! Toda la filosofía platónica debía desarrollarse a partir de que Sócrates era un privilegiado en este mundo, ¡pero la existencia no decía eso! He aquí el inicio de la falsificación del mundo...

En la teoría de las ideas, Sócrates sería feliz contemplando las ideas, mientras los sofistas vivirían una existencia insignificante donde predominaría la ignorancia. ¿Es que somos conscientes de la importancia de esto? Según Platón el único objetivo de la vida era contemplar la ideas, y Sócrates, por su condición de sabio entre los sabios, se encontraba en la cima de la contemplación, su perspectiva era la más alta de todas; mientras que los sofistas, como el niño que salta para intentar ver un objeto a gran altura, no conseguían salir del mundo sensible. ¡Impresionante! Pasamos de tener a la verdad asesinada por la mentira, a tener a la verdad feliz y la mentira condenada a permanecer en el mundo sensible. ¡Cuánto falseamiento!

El origen de la filosofía platónica entera es el miedo y la desilusión. No podía ser que los sabios y los ignorantes tuvieran un mismo final: la nada. El ser humano siente terror ante la idea de la nada, y más aún ante la idea de formar parte de la misma. El cristianismo, que al tener la misma idea de miedo adoptó la idea de transcendencia en su pensamiento, creó su "Reino de los Cielos".

¿Cuándo aceptaremos la existencia insignificante del ser humano? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que la existencia humana es comparable a un sueño y que, fuera del sueño, todo es real? Hablando en términos matemáticos, ¿infinito menos ochenta no sigue siendo infinito? suponiendo esto, ¿tendría nuestra existencia algún valor temporal? Si se entiende esto, y se siente una gran angustia al hacerlo, se puede entender el origen de toda la filosofía platónica...

martes, 20 de marzo de 2012

LA HISTORIA DEL PESIMISMO

El pesimismo es una doctrina filosófica que sostiene (invirtiendo la tesis leibniziana) que vivimos en el peor de los mundos posibles, un mundo donde el dolor es perpetuo y estamos condenados a tratar de obtener lo que nunca tendremos.

Surgió como respuesta a la corriente optimista, declarando desde un principio una completa oposición a sus ideas y realizando una dura crítica a su tesis. En esta línea crítica, Ciorán dijo Solo se suicidan los optimistas, los optimistas que ya no logran serlo. Los demás, no teniendo ninguna razón para vivir, ¿por qué la tendrían para morir?

El pesimismo criticará además a las religiones en general, por ser un falso consuelo para los condenados al sufrimiento y un intento de crear un paraíso totalmente falso, cuando es imposible huir del dolor perpetuo. También recriminará a las religiones el intento de dar un sentido a la vida a partir de un ente superior. En este tema es habitual encontrarse con un pesimismo que defiende una postura nihilista.

El nihilismo (del latín nihil, nada) es la doctrina filosófica que sugiere la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida. Más frecuentemente, el nihilismo se presenta en la forma de nihilismo existencial, el cual sostiene que la vida carece de significado objetivo, propósito, o valor intrínseco.

La fundamentación más o menos sistemática del pesimismo tiene lugar con los filósofos del irracionalismo del siglo XIX, tales como Schopenhauer y Kierkegaard.

Arthur Schopenhauer es un filósofo alemán nacido en el siglo XVIII que defiende una tesis principal: El mundo es un infierno. Partiendo de las filosofías orientales, Schopenhauer sostuvo que mediante la introspección era posible acceder al conocimiento esencial del yo. Identificó a este con un principio metafísico al que denominó voluntad. El concepto de voluntad se refiere a un ser de carácter metafísico cuya relación sensible es el mundo fenoménico. El mundo de los fenómenos (que a diferencia de la Voluntad está sujeto indefectiblemente a las coordenadas espacio-temporales) no es más que la Voluntad misma objetivizada que, en cuanto tal, debe ser entendida en términos de lo que Schopenhauer llama representación. Ahora bien, la voluntad se expresa en la vida anímica del hombre bajo la forma de un continuo deseo siempre insatisfecho. Y aun cuando el hombre, tras múltiples esfuerzos, consigue escapar momentáneamente del sufrimiento, consiguiendo lo determinado por su voluntad, termina por caer, de manera inexorable, en el insoportable vacío del aburrimiento. La vida consciente del ser humano podría determinarse en 3 etapas: primero desea sin razón alguna, lo que le causa un terrible sufrimiento; después, si consigue satisfacer su voluntad, cae en el aburrimiento; y finalmente necesita volver a proyectar su voluntad volviendo a la primera etapa. De esta manera, según Schopenahuer, la vida humana oscilaría constantemente entre el sufrimiento de no tener lo deseado, y el aburrimiento de haberlo conseguido. En su obra principal El mundo como voluntad y representación realiza el siguiente silogismo que muestra claramente su teoría: Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor.

Aunque Schopenhauer es considerado el filósofo pesimista por excelencia, durante los siglos XIX y XX encontramos a otros pensadores con una clara tendencia a esta corriente.

Uno de estos personajes es el filósofo danés del siglo XIX Soren Kierkegaard. Kierkegaard es considerado el padre del existencialismo, por hacer filosofía del Sufrimiento y la Angustia. A lo largo de su obra trató muchos temas distintos, aunque el que más repercusión tuvo, influyendo en toda la filosofía del siglo XX, es el tema de las emociones y sentimientos que experimentan los individuos al enfrentarse a las elecciones que plantea la vida. Los temas principales de la obra de Kierkegaard rondan en torno a la angustia. Se pregunta: ¿qué es el ser humano?, a lo que responde: el ser humano es una síntesis de lo temporal y lo eterno, de lo finito y lo infinito, tal encuentro de antítesis en un solo ente genera en él la angustia.

En el siglo XX, se incorpora también en la corriente pesimista el pensamiento de los existencialistas Martina Heidegger y Jean-Paul Sarte y Émile Ciorán, principalmente.

El existencialismo fundado por Kierkegaard tuvo su auge durante la primera mitad del siglo XX. La filosofía del alemán Martin Heidegger ha sido frecuentemente clasificada de pesimista. Plantea el ser humano como eyecto en el mundo. Se encuentra arrojado a una existencia que le ha sido impuesta, abandonado a la angustia que le revela su mundanidad. El ser humano es consciente del hecho de que puede ser en el mundo y que por consiguiente, ha de morir. Heidegger habla del hombre como un ser para la muerte. Esto le hace caer irremediablemente en un nihilismo, ya que, al aceptar la muerte inevitable, el hombre se encuentra en presencia de la nada y la falta de sentido existencial.






Hablar de pesimismo en la obra de Jean-Paul Sartre es más complicado, ya que se puede observar una evolución a lo largo de su carrera. Sartre, como sucesor de Heidegger, trata el tema de la existencia humana. Realiza una diferenciación entre el ser en-sí y el ser para-sí. El ser en-sí es aquello que propiamente es y no va a ser de otra manera. El ser para-sí es el ser proyectante, es el ser cuyo ser consiste en proyectarse hacia el futuro. En el ser para-sí se pueden observar las influencias de la escuela fenomenológica de Husserl, pues este ser se fundamenta sobre la conciencia intencional que se eyecta fuera del propio ser. El ser para-sí es la realidad humana, y como la conciencia intencional solo existe arrojada al futuro, no al presente, Sartre llega a la conclusión de que el ser humano es nada. Como el ser humano es lo que aún no es, acaba siendo una constante nada. Esto relacionado con la filosofía schopenhauriana, mostraría que por una parte el ser humano es nada, debido a la dicha conciencia intencional que proyecta al ser humano hacia un futuro y que hace que sea lo que aún no es; y por otro lado la voluntad de esta conciencia jamás será satisfecha, ya que en el momento en que el ser humano satisface la voluntad, lo que ha sido la causa temporal de la existencia del ente pasa a ser un ser en-sí, es decir, ya no es una proyección, pasa a ser una realidad, con lo cual, la conciencia intencional pasa a otra proyección, manteniendo lo ya conseguido en el olvido, en la nada.

Durante la segunda mitad del siglo XX, encontramos la figura del filósofo rumano Emil Ciorán. Clasificar la obra de Ciorán dentro de una corriente es complicado, aunque se podría hablar de un cinismo o un pesimismo nihilista. Resumir su filosofía es más complicado aún, ya que lo dificulta su estilo aforístico. Se podría decir que parte del pesimismo de Schopenhauer y la voluntad, con su correspondiente influencia del budismo, e intenta llevar este pesimismo al extremo. A diferencia de la corriente existencialista, Ciorán no cree que la parte más oscura de la vida esté en la muerte, creando una angustia en el ser humano, sino todo lo contrario, el verdadero horror de la vida es nacer. En su obra principal Del inconveniente de haber nacido dice La única, la verdadera mala suerte: nacer. Respecto al tema de la muerte, Ciorán opina que morir es un consuelo, pues devuelve al ser humano al momento anterior al nacimiento. De esta manera encontramos al pensamiento más oscuro de la segunda mitad del siglo XX.

En conclusión, el pesimismo es una corriente que afirma el sufrimiento eterno que tuvo muchos adeptos durante los siglos XIX y XX.